Se conocen como lácteos a aquellos productos que son derivados de la leche. Algunos ejemplos son el queso, el yogurt, la manteca, la crema de leche, entre otros. Por lo general, estos alimentos son obtenidos gracias a la fermentación y el procesamiento de la leche luego de ser obtenida.
Los alimentos lácteos son considerados altamente perecederos. Es de suma importancia cumplir con el procedimiento de la cadena de frío desde que se producen, hasta que llegan a manos de los consumidores. Luego los clientes también deben cumplir con una adecuada manipulación y conservación de dichos alimentos para mantenerlos en óptimas condiciones.
¿Cuál es el beneficio de consumir lácteos?
Son muchos los beneficios que aportan los lácteos a nuestro organismo, entre los que se destacan:
Aportan entre 60 y 70% del calcio recomendado a nuestra dieta.
Contienen ácido linoleico, el cual tiene como función principal mantener normales los niveles de colesterol en la sangre.
Aportan gran contenido de calcio, fósforo y proteínas. Estos son indispensables para el crecimiento durante la infancia y la adolescencia, el desarrollo de los huesos y el mantenimiento de los dientes.

La leche y el queso son una fuente importante de vitamina B12, la cual contribuye a la formación de los glóbulos rojos en la medula ósea.
Contienen vitamina D, la cual contribuye a la absorción y utilización del calcio.
Estos son sólo algunos de los beneficios de consumir lácteos. Como podés observar son bastantes y son realmente importantes, pues requerimos de ellos para tener un estado de salud óptimo a lo largo de la vida.
¿Cómo pueden afectar nuestra salud?
Como hemos mencionado en artículos anteriores, todo lo que consumimos en exceso es perjudicial para nuestra salud. En esta oportunidad, te explicaremos que consecuencias puede traer el exceso de consumo de lácteos en nuestro organismo.
Pueden causar malestar estomacal. El exceso de lácteos puede causar problemas digestivos como hinchazón y diarrea. Si no podés procesar fácilmente la lactosa, la misma viaja a través de tu sistema digestivo y se degrada por las bacterias intestinales en un proceso de fermentación.
Las hormonas que se encuentran en los productos lácteos comerciales pueden empeorar el acné. Los expertos aseguran que esto sucede porque interrumpe la regulación de la insulina, a través de algo llamado factor de crecimiento. Es importante destacar que la leche descremada es la que más empeora el acné.

Con lo anterior se quiere decir que podemos ingerir lácteos de forma regular sin ningún problema, ya se ha visto que traen muchos beneficios para la salud. Lo único es que, al igual que con muchos de los alimentos, la clave está en respetar las porciones y no consumir dichos alimentos de manera excesiva. Lo ideal es buscar una alimentación balanceada.