Las celebraciones, bodas, fiestas de fin de año o incluso una cena espontánea con amigos pueden ser un desafío cuando se vive con diabetes. El entorno festivo, a menudo centrado en la comida y la bebida, puede desviar tu plan de alimentación y tus hábitos. Pero con una buena estrategia, puedes disfrutar de estos momentos sin comprometer tu salud. La clave está en la preparación.

Antes del evento, si es posible, investiga el menú o el tipo de comida que se servirá. Esto te permitirá planificar tus porciones y qué alimentos elegir. No tengas miedo de comunicarte con el anfitrión o el restaurante para preguntar si hay opciones saludables disponibles. Si llevas un plato para compartir, prepara algo que se ajuste a tu plan de alimentación y que te asegure tener al menos una opción segura.

Durante el día de la celebración, mantén tu rutina de comidas tanto como sea posible. No te saltes el desayuno ni el almuerzo para “guardar espacio” para la cena. Esto puede provocar un pico de glucosa más tarde. Come un refrigerio saludable antes de salir de casa para evitar llegar con demasiada hambre y tomar decisiones impulsivas.

Disfruta con moderación y consciencia

Una vez en el evento, el truco está en ser estratégico. No se trata de privarse, sino de elegir sabiamente. Llena la mitad de tu plato con vegetales sin almidón (como ensaladas o brócoli), una cuarta parte con proteínas magras (pollo a la parrilla, pescado) y la última cuarta parte con carbohidratos saludables (como arroz integral o una porción pequeña de papa).

Cuando se trata de bebidas, opta por agua, agua con gas o bebidas sin azúcar. Si decides tomar alcohol, hazlo con moderación y después de haber comido, ya que puede afectar tus niveles de azúcar en la sangre. Las bebidas dulces, los cócteles y las cervezas contienen muchos carbohidratos, así que es mejor evitarlos o elegir opciones bajas en calorías.

El postre es a menudo el mayor desafío. Si no hay una opción sin azúcar, elige una porción pequeña de fruta o comparte el postre con alguien. Recuerda que no tienes que probar todo lo que te ofrezcan. La satisfacción viene de disfrutar de la compañía y del momento, no de la cantidad de comida.

Mantén tu rutina y haz un seguimiento

Después de la celebración, es fundamental volver a tu rutina habitual lo antes posible. No dejes que una comida o un día se convierta en una semana de hábitos poco saludables. Monitorea tus niveles de glucosa con más frecuencia de lo normal para ver cómo tu cuerpo reaccionó a los alimentos y bebidas consumidos. Si tus niveles están fuera de tu rango objetivo, ajusta tu medicación o tu actividad física según las indicaciones de tu médico.

El movimiento es tu mejor aliado. Bailar en la fiesta, dar un paseo después de la cena o hacer ejercicio al día siguiente puede ayudar a tu cuerpo a usar el exceso de glucosa, evitando que tus niveles de azúcar se disparen.

Manejar la diabetes en ocasiones especiales no significa renunciar a la diversión. Significa ser proactivo, tomar decisiones informadas y recordar que tu bienestar es la prioridad.Cómo manejar la diabetes en ocasiones especiales