Actualmente existe una gran cantidad de personas que hacen distintos tipos de dietas estrictas con el objetivo principal de rebajar o mantener su peso ideal. A pesar de que hay algunas que efectivamente funcionan, hay que tener mucho cuidado con ellas, porque hay algunas que pueden traer graves consecuencias a la salud.
En este artículo el objetivo principal es el de hablar de algunas consecuencias de estas dietas extremas o mal manejadas, y cuál es la forma correcta de establecer nuestro peso.
Entre las características de las dietas estrictas, también conocidas como “milagrosas” están las siguientes:

- Prometen grandes resultados en un tiempo reducido y sin necesidad de realizar grandes esfuerzos.
- Incluyen listados de alimentos prohibidos, así como de alimentos permitidos.
- En su mayoría, se basan en bases científicas aún no demostradas.
¿Cuáles son sus consecuencias de las dietas estrictas en nuestra salud?
Algunas de las consecuencias de dichas dietas se listan a continuación:
- Efecto rebote: Este efecto se origina como una consecuencia ante las restricciones calóricas. Cuando se reduce la ingesta calórica, se activan mecanismos del cuerpo, lo que altera el organismo y de esta manera se reduce el gasto metabólico basal.
- Pérdida de masa muscular: Las dietas estrictas contribuyen tanto a la pérdida de masa muscular, como a las proteínas viscerales (corazón, riñones, entre otros.). Esto sucede mayormente cuando dichas dietas carecen de la cantidad de proteína que nuestro cuerpo necesita.
De igual manera entre las consecuencias psicológicas están:
- Relación negativa con la comida: Se refiere al miedo que desarrollan algunas personas ante algunos alimentos “prohibidos”. Esto es realmente delicado, puesto que hay que entender que no existen los alimentos malos o prohibidos, sino que hay algunos que no se deben consumir con tanta frecuencia.
- Desmotivación y apatía: Por lo general, ese tipo de dietas son muy rutinarias, lo que evidentemente provoca que las personas se aburran con facilidad y por supuesto las abandonen en un corto tiempo.

- Frustración y ansiedad: No todas las dietas son funcionales en todas las personas y al no ver los resultados esperados, se puede llegar a sentir frustración y ansiedad.
¿Cómo debe estar enfocada nuestra pérdida de peso?
Lo primero que se debe hacer es entender que perder peso es una decisión personal. Hay que buscar la manera de vivir el proceso de la forma más amena posible. Lo más recomendable es acudir a un nutricionista que nos guíe en el proceso, ya que es el profesional que tiene los conocimientos requeridos en el área y es quien nos va a poder brindar las herramientas que necesitamos para una dieta sostenible y que funcione en el largo plazo.
Lo ideal es buscar la forma de añadir más verduras y vegetales a la alimentación; así como sustituir los alimentos procesados por opciones saludables.